Éxodo en el
olvido
Una retrospectiva de la despoblación en nuestro país sobre uno de los mayores retos al que se enfrentan cientos de municipios de varias comunidades autónomas: sobrevivir.
Las provincias de Cuenca, Guadalajara, Soria y Teruel poseen algunos de los territorios más desarticulados de la Península y de Europa, superándose a la baja en algunas zonas la escasa densidad de población existente en Laponia.
Lejos de las ciudades, polígonos, grandes centros comerciales, autovías sin fondo y centenares de personas abarrotando calles y edificios, nuestro país es uno de los más azotados por la pérdida de población en varias regiones dentro del conjunto europeo. A España no le queda muy lejos la dispersión poblacional existente en el norte de Europa, en la también conocida como área Sapni, Laponia, que es una de las zonas con menos densidad de población del mundo. Nuestro país sigue sufriendo un continuo éxodo rural, cada vez más grave.
Los datos demográficos quedan latentes, año tras año, y dejan entrever la caída de población en varias regiones del Estado español, como bien pueden ser Asturias, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha o Galicia. Regiones, comunidades, pueblos y aldeas pierden habitantes año tras año, en una tendencia que no es ni mucho menos novedosa. Quizá porque el llamado ‘mundo rural’ ya no atrae a los más jóvenes, no les ofrece perspectivas de futuro, bien no existen unos servicios mínimos o no encuentran oportunidades suficientes. Quizá, por la cada vez más fuerte llamada de las ciudades, donde todo se concentra... pero lo claro es que las zonas rurales siguen entendiéndose más como problema que como necesidad.
Ángel Martín, presidente de la Asociación de Sociología de Castilla y León afirmaba que "existe un envejecimiento", además, de las estructuras de población, lo que también va acompañado de un descenso de la natalidad y "un incremento de las tasas de esperanza de vida" por lo que no existe un reemplazo generacional suficiente. Estas, sin duda, son algunas de las causas estructurales que explican la despoblación en muchos aspectos y sobre varios territorios, pero no son las únicas.
Queda evidenciado que muchas de estas zonas están en alerta por los vertiginosos índices demográficos que indican que poco o nada ha cambiado la situación que tiene unos largos antecedentes. Estos problemas también pueden achacarse a la orografía. La Unión Europea ya ha alertado de este problema coyuntural pese a las altas cifras en materia de subvención que se otorgan a programas de desarrollo rural u otros fondos. ¿Consiguen las ayudas paliar los problemas?
Esa es la gran pregunta que nos sugiere tantas respuestas, algunas de ellas sin resolver...
En este mapa podemos navegar por los diferentes núcleos de población de España.
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España es uno de los países de la Unión Europea que más población pierde junto a Bulgaria, Alemania, los países nórdicos, Portugal o Grecia, y las cifras que adelanta el Instituto Nacional de Estadística en materia de previsiones demográficas para las próximas décadas no nos dejan pensar en algo positivo. En los próximos años, la despoblación seguirá acentuándose en varias comunidades autónomas como Asturias, Castilla y León, Galicia, Castilla-La Mancha o Aragón.
En estas regiones, además, existen diferentes zonas con un mayor riesgo de despoblación: aquellas áreas rurales -como por ejemplo la Serranía de Cuenca, Sierra de Albarracín (Teruel), Sierra de la Culebra (Zamora)- que generalmente tienden a tener una población entre la que priman personas de más de 50 años y cada vez llaman menos la atención a las generaciones más jóvenes. Además, son zonas que suelen estar muy abandonadas de la acción política, lo cual es un factor también muy importante.
La regeneración poblacional 'endógena', por lo tanto, es mucho más complicada en estas zonas por el simple hecho de que el nivel de fallecimientos será más alto que el de empadronamientos.
En 2031, el porcentaje de personas mayores de 65 años llegará al 25,6%, lo que supone un 6,9% más que en 2016
Datos del INE
No es de extrañar, conociendo estos datos, que a medida que pasan los años vuelve a comprobarse que aquellas zonas que comenzaron a perder población (a partir de los años 50) siguen con esa tendencia que cada vez parece más irreversible. Es por ello que en la última década se han multiplicado los colectivos y organizaciones para intentar dar voz a estos problemas y que así las Instituciones escuchen las diferentes demandas que se hacen.
Pero no solo de peticiones vive la sociedad. Varios han sido ya los acuerdos firmados entre gobiernos regionales, así como diputaciones u otros colectivos más vinculados a la administración local, fruto de las crecientes demandas. Incluso asociaciones de empresas han prometido ser parte de la presión hacia las instituciones regionales y Gobierno central para que empiecen a crearse y aplicarse nuevas medidas que concreten vías para resolver realmente el problema y dejen a un lado la dejadez que ha existido en estos años.
La respuesta no está en un mayor desarrollo de infraestructuras, o de la petición de más fondos estructurales que vayan a parar a los mismos sitios que han ido a parar en los últimos años. Puede ser que la solución esté en un buen reparto de los fondos y una mejor planificación de las inversiones -tal y como se viene demandando- para que estas zonas rurales sean llamativas hacia unos nuevos pobladores, nuevas familias, así como empresas, grupos de consumo, cooperativas u otras organizaciones.
O, quizá, sería necesario reconsiderar lo rural. ¿Qué entiende la sociedad por lo rural? ¿Está generalizado un uso de estereotipos a la hora de definir este 'mundo'?
Infografía realizada a partir de datos del INE, Eurostats y FEMP. /J.V.
Audios: Dcha, Luis Antonio Sáez, CEDDAR
Izda, Juan Miguel Ortega, UCLM
Cuenta el presidente de la Federación de Asociaciones para el Desarrollo de la Montaña Palentina (ADEMPA), Álvaro Carrasco, que la "modernización" ha tenido en la despoblación una de sus más terribles consecuencias, dado a que se viene dando una contínua modificación de los sistemas productivos "sostenibles" que servían de sustento dentro de distintas poblaciones rurales. Con esta árdua actualización de los sistemas productivos se han generado nuevos modelos de gestión y otras estrategias que "han resultado insostenibles" con la búsqueda de "la máxima productividad con menos mano de obra". Esta supone, a su juicio, la principal causa de abandono en as áreas que "se han quedado al margen de ese modelo".
También, indica, "las políticas económicas y de servicios influyeron de forma notable en esta situación", debido a que crearon unos desequilibrios que ahora se pueden ver, que han provocado que el bruto de las inversiones se mueva a las ciudades y exista en el medio rural un "significativo descenso de la demanda de bienes y servicios". Se trata, por lo tanto, de una burbuja que no dejó de crecer, la de la "modernización" y el auto-exilio a los grandes centros de producción, aquellos sitios donde parecía que sí habría trabajo y dónde quedarse.
Por otro lado, Benjamín García, sociólogo profesor de la Universidad Complutense de Madrid, plantea que se han generado diferentes cambios en la sociedad rural tradicional tras “el corte demográfico que supuso la guerra civil”, hecho que prendió la mecha del desangramiento poblacional en las zonas alejadas de las urbes. También los cambios se han producido por las nuevas formas de agricultura, así como el excedente poblacional que existía hace varias décadas , que derivó en “el vaciamiento y la distorsión demográfica del mundo rural”, por lo cual -desde una perspectiva técnica- se necesitaron cada vez más cambios tecnológicos.
Todo problema merece una solución. Parece demasiado obvio, pero un problema coyuntural puede degenerar en otros problemas de facto: pueden existir ayudas, pero ¿se gestionan correctamente? ¿Han contribuido los Fondos destinados a estos objetivos a mejorar las cifras demográficas?
Ante esta preocupación, que parece estar cada vez más latente entre los representantes políticos, tanto a nivel nacional como regional, se han desarrollado durante los últimos meses diferentes reuniones, foros y debates sobre este tema para llegar a unas conclusiones y establecer una serie de prioridades. Dentro del gran ámbito del llamado Desarrollo Rural, varias comunidades ya se han puesto a trabajar sobre el asunto para tratar de llegar a acuerdos y establecer nuevas hojas de ruta.
"La principal causa de abandono es la 'modernización' que busca la máxima productividad"
Álvaro Carrasco
Presidente ADEMPA
“El efecto global ha sido el cambio de funcionalidad de la sociedad campesina en el marco de la sociedad global”
Benjamín García
Sociólogo Univ. Complutense Madrid
Una 'super-región' conformada entre varias regiones forma el área más despoblada de nuestro país.
Varias comarcas poseen una densidad de población más baja que la existente en zonas de Finlandia o Suecia
Hablamos de una zona rodeada de montañas, donde existen cientos de núcleos de población, pero ésta no pasa de los mil habitantes (a pesar de su extensión de….). Las provincias de Cuenca, Guadalajara, Teruel y Soria entre otros territorios hoy forman una región especial, aunque es una de esas especialidades por las que nunca les gustaría destacar a ninguna comunidad o provincia. Se trata del área con menos densidad de población de nuestro país, una cifra que solo es superada por los países nórdicos, y en concreto, Laponia.
España hoy tiene un desierto demográfico en su interior. Esta Zona Escasamente Poblada (SPA en siglas utilizadas por la UE Sparcely Populated Area) que forman los diferentes territorios situados entre las provincias mencionadas se caracteriza por tener apenas más de 500.000 habitantes, en un territorio que ronda los 65 mil kilómetros cuadrados, aunque para entender la extensión quizá haría falta comparar. Este espacio es como “dos veces el territorio belga” o “dos veces el territorio de Cataluña”, según Francisco Burillo, promotor del estudio que ampara el extenso trabajo llevado a cabo por diferentes profesionales en el ámbito del Instituto para la Investigación y el Desarrollo de la ‘Serranía Celtibérica’ -que es como denominan, debido a los antecedentes históricos, a esta zona de los Montes Universales-, y que fue presentado en el pasado 2012.
Si tenemos en cuenta el descenso demográfico existente (tras conocer las últimas cifras oficiales del padrón de habitantes), la densidad probablemente habrá bajado de ese nivel en una tendencia que se repite. Además de ser este territorio una zona escasamente poblada (por lo cual, tras el informe GEOSPECS [2011] se pide a la UE una nueva denominación de este territorio y unos determinados Fondos), según el informe de Serranía Celtibérica, estaríamos hablando de una región montañosa y de ámbito rural.
En 2014 las CEOE-CEPYME de Cuenca, Soria y Teruel presentan un estudio realizado por Juan Miguel Ortega Terol, Antonio Fdez Tomás y Ángel Sánchez Legido, todos ellos profesores de la UCLM, en el que consideran a estas tres provincias como la ‘Zona Escasamente Poblada del sur de Europa’, como posible nueva figura europea, junto a las zonas despobladas del norte de Europa (Laponia).
En dicho estudio se hace (como en el anterior mencionado) una comparación entre este territorio desarticulado y el de la zona lapona, con una densidad de población que no supera los 2 hab/km2 (si bien es un territorio mucho más amplio). De esta manera, denuncian que el citado Informe GEOSPECS “no ha sido redactado pensando en nuestras zonas escasamente pobladas del Sur de Europa”, y entienden que “para que los más de mil municipios existentes” en esta zona pudieran gestionar los Fondos Europeos sería preciso agruparlos en un conjunto de entidades territoriales contiguas con una densidad de población menor o igual a 8 hab/km2 -como establece la UE-.
Las organizaciones empresariales han conformado un lobby para conseguir que se lleven a cabo los planes estratégicos que han conformado, y para visibilizar la despoblación existente en estas provincias (aunque en el mapa que presentan se incluyen territorios de otras como Guadalajara) a nivel nacional y europeo. También lo desea así la Asociación 'Serranía Celtibérica' que cuenta con otro tipo de lobby más académico: la Red de Universidades de la S.C. que cuenta con las instituciones académicas de los territorios que comprende, entre ellas la Universidad de Castilla-La Mancha
Por lo tanto, existen diferentes visiones a la hora de gestionar este reto, con el objetivo de que la Unión Europea reconozca a esta región de regiones de la misma manera que ya se reconoce por el Tratado de Funcionamiento de la UE a las zonas escasamente pobladas de Finlandia y Suecia, con una densidad de apenas 1,9 hab/km2, pero ya se han llevado a cabo algunos acuerdos para comenzar a parar este fenómeno demográfico como la declaración de la Inversión Territorial Integrada en la provincia de Teruel (que también ha sido criticada por la Asoc. Serranía Celtibérica ya que esta declaración correspondería al Gobierno central y no a la Dirección General de Aragón).
Durante los últimos años se han llevado tanto a las Cortes Generales como a los despachos europeos las diferentes demandas que han realizado estos colectivos -junto a otros como Teruel Existe, Asociación Contra la Despoblación en el Mundo Rural- así como todas las formaciones políticas mayoritarias a nivel nacional y regional (PP, PSOE, PODEMOS, C’S, IU, CHA, PCAS, EQUO…).
En el ámbito del Senado, durante el pasado 2015 se realizaron una serie de Ponencias de Estudio sobre la Despoblación, donde participaron tanto actores políticos como actores sociales para debatir acerca de la gestión de este reto, que no deja de ser un problema a nivel estatal, no solo en la zona del centro y periferia de los Montes Universales. Tras las Ponencias se establecieron un total de 50 medidas a realizar para tratar de paliar el descenso demográfico en los próximos años, pero la falta de acción por el Gobierno central ha paralizado el proceso, lo que ha suscitado las diferentes demandas por parte de Gobiernos autonómicos para realizar planes específicos o incluso un Pacto de Estado.
Además de estas propuestas llevadas a cabo en las Cortes, desde hace varios meses, gobiernos regionales como el de Aragón o Castilla-La Mancha se han puesto manos a la obra para llevar a cabo medidas concretas en el territorio de estas Comunidades. Otras propuestas han nacido del Foro de Regiones con Desafíos Demográficos, cuya última reunión se celebró el pasado 28 de octubre en Cuenca, o el Congreso contra el despoblamiento en Zonas Rurales, que tuvo lugar en Montánchez (Cáceres). Allí se firmó la llamada 'Declaración de Montanchez' a la que se adscribieron, además de las instituciones extremeñas, otras tantas Diputaciones Provinciales junto a otros actores políticos y sociales.
Con esto queda patente que la despoblación en nuestro país supone un tema a la orden del día, y ha empezado a establecerse una serie de hojas de ruta para paliar sus efectos. Pese a ello, como denuncian partidos políticos y otros colectivos, son medidas que muchas veces no acaban de llegar